Con alegría y espíritu de fraternidad, las residentes de la Residencia Universitaria «Madre de Misericordia», en Sucre (Bolivia), han restaurado las pinturas del Cántico de las Criaturas. Una experiencia que une creatividad, valores franciscanos y celebración del VIII Centenario de este himno universal.
En la Residencia Universitaria «Madre de Misericordia», en Sucre (Bolivia), las jóvenes residentes han llevado a cabo una actividad muy especial: la restauración de las pinturas del Cántico de las Criaturas que embellecen la cancha del centro. Con alegría y espíritu de unidad, han renovado cada trazo y cada color, transformando el espacio en un reflejo vivo de fraternidad y esperanza.
Este gesto cobra un significado aún mayor en 2025, año en el que celebramos el VIII Centenario del Cántico de las Criaturas, escrito por San Francisco de Asís en 1225. Ocho siglos después, este canto sigue inspirando nuestra manera de mirar el mundo: reconocer en la creación un don de Dios y descubrir en ella una llamada a la gratitud, al cuidado y a la fraternidad universal. Es una invitación a vivir en armonía con la naturaleza, con las personas y con Dios.
Desde MISOL celebramos que, a través de esta experiencia, las jóvenes han hecho suyo el mensaje de San Francisco. Con su trabajo nos recuerdan que todo lo creado es motivo de alabanza y un regalo que estamos llamados a custodiar con amor.





