La vida se compone de pequeños detalles. Detalles que te hacen grande, que te enriquecen y que te hacen crecer como persona, tanto personalmente como profesionalmente.
Para nosotros, la experiencia vivida este verano en Suramérica (Bolivia y Perú), en especial en el colegio de Trujillo, nos ha supuesto un aprendizaje muy grande en todos los sentidos.
Sin duda, nosotros nos llevamos mucho, mucho menos que los alumnos del Tony se llevan. Hemos aprendido de su cultura y de sus valores, y lo que hemos cargado en nuestras mochilas no tiene ningún precio.
La entrega y la carga de amor por parte de las personas de allí tienen una mención especial y merece una medalla de honor por el GRAN trabajo que realizan diariamente día tras día.
Hacen un trabajo que se define en SOLIDARIDAD, MOTIVACIÓN, DESEMPEÑO, ENERGÍA, ILUSIÓN y sobre todo VOCACIÓN. Vocación por los demás, vocación por esos niños y niñas que vienen con una sonrisa todas las mañanas, porque saben que en el colegio Tony Real Vicens les tratan como hijitos, les dan una educación, y más importante aún, una alimentación.
Estamos muy contentos y agradecidos de haber podido disfrutar de esta oportunidad tan especial que es conocer y acercarnos un poquito más a su cultura, y poner nuestro granito de arena en esta gran misión. Siempre estarán en nuestros corazones.