En estos momentos, son cinco las voluntarias mallorquinas que se encuentran en Bolivia, apoyando los proyectos que MISOL lleva a cabo en Cochabamba y El Alto.
Aunque Bolivia está viviendo circunstancias excepcionales debido a su situación política, se intenta continuar el trabajo en los proyectos a pesar de los bloqueos, las manifestaciones pacíficas y la incertidumbre, que impiden vivir el día a día con total normalidad.
Los llamados paros cívicos está teniendo como resultado que muchas instituciones no estén abiertas. Las hermanas, junto con el personal de los proyectos y nuestras voluntarias, están haciendo todo lo posible para que esta situación afecte lo menos posible a las familias, niños y jóvenes que acuden a ellos.
La actitud y la buena predisposición de Catina, Dolores, Marina, Isabel y María está contribuyendo muy positivamente a que estas circunstancias especiales se vivan mucho mejor en los proyectos. En definitiva, este es uno de los propósitos del programa de voluntariado MISOL: no priorizar tanto el “hacer”, si no el “ser” y “estar”, que permitan sentir en el ambiente valores tan importantes para la convivencia como son la misericordia, la empatía y la solidaridad.
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