El pasado 21 de octubre celebramos el Primer Encuentro de Voluntariado del Proyecto Encuentro, donde pudimos confirmar la importancia que tienen estos espacios para el buen desarrollo del voluntariado, para formar vínculos entre los voluntarios y para hacer de la rutina algo extraordinario con alegría y convicción.
Primero partimos desde lo que somos, una ONG con ganas de cambiar el entorno que nos rodea con pequeños gestos de entrega y humanidad, mirando de frente la dignidad del ser humano. Donde nadie es más que el otro y donde aprendemos a mirar a todos con los mismos ojos, incluyendo nuestra ciudad, nuestras calles, nuestra gente… también aquellas que están abandonadas en una acera, puente o parque.
Nos juntamos para compartir un espacio formativo y de reflexión, con la finalidad de crear un encuentro donde compartir experiencias y mostrar las diferentes situaciones en las que nos hemos encontrado, así como las sensaciones vividas. Aprender a tener las herramientas mejores para poder acercarnos más a esta realidad y poder ser mejor puente de unión con los recursos sociales que existen en nuestra sociedad. Valorar las situaciones que cada uno había vivido permitió que todos participaran de una forma dinámica aportando cada uno su propia experiencia, sus miedos, dudas y desafíos a la hora de ponerse frente a personas con riesgo de exclusión social.
De repente todos fuimos conscientes de que en esta reunión se estaba gestando el comienzo de la familia del Proyecto Encuentro de MISOL en Mallorca; que poco a poco va creciendo en número, inquietudes, proyectos, compromiso y capacidades. Y eso se ha visto reflejado en cada salida de cada martes donde encontrarnos y volver a recorrer las calles de Palma nos recuerda nuestra tarea… ¡de ser ángeles en la noche!