Padilla es un pequeño pueblo rural situado en un valle entre montañas en Bolivia. Desde hace 50 años, las hermanas de la Congregación están apoyando a sus habitantes con diversas iniciativas en las áreas de educación, salud y empoderamiento de la mujer.
En la actualidad, la comunidad de hermanas lleva a cabo tres proyectos de MISOL: el internado para jóvenes campesinas, el comedor social, y el proyecto que apoya a personas en riesgo de exclusión ayudándoles con el alquiler, ropa, pasajes de autobús, alimentos, medicinas, o sencillamente escuchándoles con atención y cariño.
Durante estos días, hemos visitado los proyectos, compartiendo deseos e inquietudes con las hermanas y las personas a las que apoyan: con Soledad, una joven del internado cuyos padres se han ido a Argentina buscando trabajo; con Romualda, una niña que acude al comedor y que tiene que trabajar para ayudar a su familia; con Don Nicolás, un joven con capacidades diferentes, o Don Eduardo, un hombre muy inteligente perdido en su propia mente.
Detrás de estos nombres hay personas a las que la vida apenas ha dado oportunidades. MISOL, a través de las hermanas y los proyectos, procura hacerles llegar los medios necesarios para vivir una vida mas digna y en paz.
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