Doña Benita Lozano es una vecina de Cochabamba que llegó a esta ciudad hace años procedente de Oruro. Buscaba una vida mejor, pero pronto se quedo viuda, y a cargo de una sobrina minusválida. Su único hijo, en paradero desconocido, la maltrató y abandonó, victima de adicciones como las drogas y el alcohol.
Afortunadamente, Doña Benita y su sobrina cuentan con la ayuda de MISOL. La Hermana Silvia Márquez, de la Comunidad de Cochabamba, las visita y les proporciona comida, medicamentos, ropa y apoyo. Además, les está buscando un cuartito para que puedan vivir en mejores condiciones. Ahora viven en una casa abandonada e insalubre que está a punto de ser derribada.
Doña Benita se está quedando ciega, y la hermana Silvia le ha procurado una visita al médico-oftalmólogo en La Paz.
Si quieres ayudarlas, y hacer un poco más llevadero su día a día, puedes colaborar a través de tu aportación a MISOL.