La pandemia y las difíciles circunstancias políticas en Bolivia, están provocando un empeoramiento de la crisis económica, existente ya antes del coronavirus. Como ocurre siempre, los mas frágiles son las que más sufren. En Sucre, al igual que en muchos puntos del país, las mujeres campesinas que viven en aldeas alejadas de la ciudad, y que mantienen a sus familias con trabajos precarios, son las que más están padeciendo esta situación, y con ellas sus hijos.
Las hermanas de la comunidad de Sucre conocen y viven muy de cerca estas realidades. Gracias a su incansable labor y a los recursos económicos del Plan de Emergencia Covi-19, están haciendo mas llevadero el incierto día a día de estas madres y abuelas de familia, que sufren inmensamente cuando se preguntan… ¿Qué voy a dar de comer hoy mis hijos?, ¿Cómo voy a alimentar a mis nietos?”…Gracias al trabajo en equipo que está realizando la comunidad, liderada por la responsable de los proyectos MISOL, esta angustiante situación se hace más llevadera.
Mujeres que apoyan a mujeres. Luchadoras que trabajan unidas para salir adelante en estos tiempos de especial dificultad.
Desde aquí todo nuestro apoyo. ¡Adelante!












