Maria Puig, una de nuestras voluntarias de este pasado verano, explica en una entrevista para Sa Veu de Sóller cómo ha sido su experiencia como voluntaria de MISOL el pasado verano.
Esta joven maestra estuvo en Sucre junto con varios voluntarios más, viviendo en primera persona el día a día del centro de formación para chicas jóvenes procedentes de áreas rurales.
En su testimonio encontramos un ejemplo de lo que supone ser voluntario: esfuerzo y también agradecimiento.¡Gracias, Maria, por contar tu experiencia en primera persona!