Con mucha ilusión, y una vez finalizadas las vacaciones, la Fundación Nueva Luz ha abierto de nuevo sus puertas a los niños, niñas y jóvenes. Los alumnos, que acuden cada tarde a la salida del colegio a recibir apoyo escolar además una alimentación saludable y nutritiva, forman junto con el personal de la Fundación y los padres de familia, una comunidad fraterna que se ayuda y se sostiene en el día a día.
La Fundación lleva años trabajando por los niños, niñas y jóvenes de Vinto. Les aparta de la conflictividad del barrio y les da una oportunidad de soñar en un futuro mejor. El equipo de profesoras y la directoria, hermana Antonia Barrilero, tenían las instalaciones preparadas y dispuesto el material escolar, todo con mucho esmero y cariño, para recibirlos.
Felices y contentos en su primer día, disfrutaron de las nuevas instalaciones y de la perspectiva de un año que se presenta lleno de cosas que aprender y de disfrutar juntos.