El nuevo coronavirus está azotando a todos los países del mundo. Nos impone llevar mascarilla que cubre nuestra sonrisa, mantener la distancia social que nos impide besar y abrazar a nuestros seres queridos. Su crueldad llega al extremo, de no poder acompañarlos en el hospital cuando enferman… o se van.
Muchas personas están perdiendo su medio de vida, hundiéndose en la pobreza. Todos y todas estamos sufriendo este virus inhumano que ha trastornado nuestras vidas de una manera u otra.
Como siempre, a unos les afecta más que a otros. Y no importa que se trate de países más o menos o menos desarrollados. Las crisis siempre golpean con más fuerza a los que tienen menos recursos económicos. Lo estamos viendo en Perú, que es ya el país con mas tasas de mortalidad; en Bolivia donde los enfermos mueren en las colas de los hospitales esperando ser atendidos; y en España donde el índice de contagios es mayor en los barrios socioeconómicamente más deprimidos por el paro y falta de recursos para mantener la higiene.
En estos duros tiempos de pandemia, desde MISOL procuramos llevar no solo apoyo económico, también acompañamiento y consuelo a las personas que forman parte de los proyectos. Y en medio de la crueldad de esta pandemia, nace el agradecimiento de las personas que conscientes de su fragilidad, necesitan a los demás para salir adelante.
Estas personas necesitan nuestro apoyo.
Si quieres colaborar: https://www.misolfranciscanas.org/hacer-una-donacion/