Nieves, Lisbeth, Raquel, Mª del Carmen, Erika, Felicia, Diana, Neidi, Rosalía, María de los Ángeles, Wilma y Lisette son los nombres de las 12 jóvenes estudiantes que viven en la Residencia Universitaria de la Congregación “Madre de Misericordia”, donde MISOL lleva a cabo uno de sus principales proyectos.
Hace unos días mantuvimos un encuentro virtual con ellas, y nos contaron qué estudios realizan, sus sueños e ilusiones. Todas proceden de entornos campesinos, donde la mujer solo cuenta para el trabajo en el campo y el hogar; pocas jóvenes son las que tienen la oportunidad de continuar sus estudios. Ellas, con su esfuerzo, han conseguido llegar a la universidad, y la Residencia les ofrece un entorno seguro y acogedor donde estudiar, compartir y aprender valores importantes para vivir en armonía y solidaridad.
En la Residencia, los valores no solo se aprende, también se viven; se viven cuando las jóvenes se ayudan y comparten, o cuando apoyan a las hermanas de la comunidad Silvia y Lourdes en la preparación de las ayudas del Plan Covid-19; porqué la Residencia no solo es un lugar donde vivir y estudiar, es una gran familia donde la cultura congregacional de la misericordia es una realidad.






