El trabajo en equipo es una parte muy importante de MISOL. Desde la confianza mutua, cada persona aporta lo mejor de si misma para hacer realidad nuestra misión, la de apoyar y dar medios a las personas más vulnerables, y más aún en estos tiempos difíciles de pandemia y crisis económica.
La enfermedad y la escasez de recursos están provocando gran sufrimiento. La sensación de fragilidad y abandono hace más necesario estar ahí, trabajando en equipo, sumando esfuerzos entre hermanas, personal laico, voluntarios, socios y donantes, para servir a los que han sido mas duramente golpeados.
En nuestras comunidades, como la de La Paz, el voluntariado está permitiendo mantener la entrega periódica de alimentos a todos los participantes del proyecto, que poco o nada tienen para comer. Confinadas desde marzo, con un coronavirus que no da tregua, les es cada vez más difícil poder alimentarse, el derecho más básico de la persona.