Continuar las clases en el Colegio Toni Real Vicens en Trujillo (Perú) se ha convertido en un desafío para alumnos, profesores y hermanas. Igual que está ocurriendo en la gran parte de los centros educativos del planeta, las clases se han suspendido para evitar contagios de covid-19, y los alumnos y alumnas tienen que continuar las clases desde sus casa a través de la televisión, la radio o internet.
El problema es que la mayoría de los niños, niñas y jóvenes que van al colegio no disponen de la tecnología necesaria para hacerlo. Algunos no tienen ni luz en sus casas. Las necesidades son muchas, no solo educativas o nutricionales, que son de las que se ocupa al proyecto desde sus inicios. Los medios para mantener unas condiciones de higiene básicas en los hogares son también difíciles de lograr.
En un lugar donde la pobreza extrema provoca que la vida ya sea difícil sin covid-19, una de las hermanas responsable del proyecto desde sus inicios, nos dice ante la situación que están viviendo…”hoy y aquí, queremos escuchar y servir con la tecnología y medios a nuestro alcance, que no son muchos, a todas las familias de nuestro proyecto”.