Después de los largos meses de pandemia que han supuesto confinamiento, angustia, limitaciones y mucho sacrificio para todas las personas que forman parte del Centro de Educación Inicial y Especial San Francisco de El Alto, por fin esta institución educativa de la Congregación ha podido abrir sus puertas.
Con el consenso de los padres y el permiso de las autoridades educativas, los niños y jóvenes con otras capacidades, en grupos burbuja y siguiendo todos los protocolos de seguridad, han ido incorporándose a sus clases en la modalidad de enseñanza semi presencial. Así, los alumnos reciben clase en el centro de forma presencial y en sus casas de forma virtual, en una secuencia que el equipo pedagógico ha diseñado de
manera impecable. Los profesores del Centro, Paola, Hernán, Diana, Edith y Adriana, junto con el director Ronald Chambi, celebran que después de estos tiempos tan duros, los alumnos hayan podido volver a las aulas.
Se inicia así una etapa de esperanza, todos los que formamos parte de MISOL hemos contribuido con el Plan de Emergencia Covid-19. Un plan que ha permitido no solo mantener las instalaciones del Centro, también la vida cotidiana de muchas familias que por causa de la pandemia se quedaron sin trabajo.