Un voluntario es una persona que ofrece sus capacidades para ayudar a los menos favorecidos de la sociedad, contribuyendo así a lograr un mundo más justo, inclusivo y en paz. Trabajar como voluntario no es sencillo, pues a veces se idealiza esta labor que “choca” con la realidad cuando se lleva a cabo el trabajo “de campo”.
¡Ojalá muchas personas sintiesen el deseo de trabajar por los demás sin recibir gratificación económica a cambio!. La satisfacción de contribuir a cambios positivos en la vida de las personas es la mejor recompensa. La de contribuir a que muchos hombres, mujeres y niños que sobreviven con dificultades debido a sistemas políticos injustos, tengan la esperanza de un mundo mejor.
Desde aquí queremos dar las gracias a todos los voluntarios que han colaborado con MISOL desde que pusimos en marcha nuestro programa de voluntariado. Y a Mallorca Misionera que tanto nos apoya, no solo con el voluntariado, también con todos nuestros proyectos en Bolivia y Perú.