En MISOL hemos iniciado el curso con una gran actividad en el programa de voluntariado.
Catina, la voluntaria en alianza con Mallorca Missionera, ya está en Padilla (Bolivia) apoyando los proyectos de educación y nutrición del internado y el comedor. Estará hasta Navidad viviendo esta experiencia de voluntariado con la comunidad de hermanas de Padilla, contentas de acogerla y de compartir con ella no solo el trabajo en los proyectos, también la vida cotidiana.
María, Isabel y Marian, tres jóvenes mallorquinas, también irán a Bolivia. Viajarán el próximo 21 de septiembre, y como Catina, estarán hasta Navidad. Repartirán sus tres meses de voluntariado entre los proyectos de educación y nutrición de El Alto, en el Centro San Francisco de Asís, y de Cochabamba, en la Fundación Nueva Luz. Este martes han recibido la formación previa, en la que pudimos contar con la valiosa experiencia de Marian, Cris y Arancha, voluntarias de nuestra alianza con Mallorca Misionera, y profesoras del colegio diocesano Sant Antoni Abad de Son Ferriol, que estuvieron este verano haciendo su voluntariado en Sucre y El Alto.
Y también la reunión en el Obispado con los voluntarios, y los responsables de Mallorca Misisonera. Este encuentro consolida la colaboración con la entidad, lo que es muy importante y significativo para MISOL, ya que nos permite compartir y unirnos en la misión a otras entidades religiosas de la Diócesis.
¡Muchas gracias a Mallorca Missionera, y a todos los voluntarios que nos apoyan a través de ella!
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