Desde siempre, la comunidad de Sucre ha apoyado a los habitantes del Barrio de la Misericordia. Muy unido a la historia de la Congregación en la misión de Bolivia, las hermanas han procurado estar presentes. Ahora lo estarán aún mas junto con las universitarias de la Residencia “Madre de Misericordia”, que van a colaborar con ellas para ayudar a las familias.
Gracias al Plan de Emergencia Covid-19 de MISOL, se podrán aliviar las necesidades más urgentes. Los habitantes del barrio son personas sencillas llegadas del campo a la ciudad buscando una vida mejor. El Covid-19 les ha golpeado duramente; sin servicios adecuados para la higiene, los niños y jóvenes no disponen de la tecnología necesaria para seguir las clases virtuales, por lo que no avanzan en su formación además de hacerse más profunda la brecha digital.
Pero las gentes del barrio están unidas, y a pesar de la adversidad recibieron a la hermana Silvia Márquez, responsable del proyecto de MISOL y directora de la Residencia, con alegría. La alegría que provocan la misericordia y la solidaridad.