La crisis sanitaria generada por el coronavirus está azotando a todo el mundo. La situación se va complicando día tras día. Gracias al esfuerzo y la dedicación de todas las personas implicadas en MISOL, como las hermanas, el personal, los voluntarios y donantes, se están aliviando situaciones personales y familiares realmente difíciles y complicadas.
En Bolivia, se trabaja sin descanso: en Sucre, cosiendo mascarillas y ayudando con productos de primera necesidad; en Cochabamba, distribuyendo alimentos, sobre todo a aquellos que ya vivían con muchas dificultades antes de la pandemia; en la Paz acogiendo a las personas que se han quedado sin hogar; y en El Alto, haciendo pan y distribuyendo bolsas de alimentos para poder llegar aún a mas personas, sobre todo a las que viven lejos.
En Perú, las hermanas de la comunidad de Trujillo, a pesar de la falta de medios, siguen proporcionando productos básicos a las familias y también material escolar, para que los alumnos del IEP Toni Real Vicens puedan continuar con las clases.
En España, desde los CSFA y las comunidades de hermanas, se está en permanente contacto con las familias y personas en riesgo, ayudándolas en colaboración con los servicios sociales y otras entidades solidarias.