Pronto entraremos de lleno en el tiempo de Navidad. En estos días celebramos el nacimiento de un niño pobre, que nació por accidente en un pesebre en el seno de una familia de condición muy humilde. En la noche que nació Jesús, tan especial para los cristianos, algunas personas dieron la espalda al joven matrimonio y otras les ayudaron.
Desde su origen el propósito de MISOL, unido al de la Congregación, siempre ha sido estar al lado de los más pobres y humildes. Ya fuese en el siglo XIX en Mallorca, en los años ochenta en Bolivia o Perú, o ahora en el siglo XXI con las becas comedor de los CSFA o el apoyo a las personas inmigrantes, las hermanas siempre han estado con los más pobres, viendo en esas personas a las que apoyan al niño que una noche nació en un humilde pesebre.