La pobreza y las desigualdades siempre han sido factores de riesgo social. El Covid y las
cuarentenas han provocado tal desempleo y empeoramiento de la salud física y
mental, que está siendo cada vez más difícil salir adelante para los más vulnerables.
Tal como hemos observado en nuestros proyectos de educación, los dos años de
confinamiento y enseñanza on line han provocado un gran retraso a los alumnos/as.
Por esta razón, queremos remarcar la gran labor que vienen realizando todos los
equipos humanos que trabajan en los proyectos, junto con el de las personas
voluntarias que ponen su tiempo y conocimientos al servicio de la comunidad
educativa de forma altruista.
Como el apoyo de Ariel Panozo, un joven vecino de Cochabamba que está apoyando
en los deberes escolares a los jóvenes del salón rojo de la Fundación Nueva Luz ( Vinto-
Cochabamba). Desde aquí, queremos dar las gracias a Ariel y a tantos voluntarios/as,
que con su trabajo desinteresado apoyan la labor de todos los profesionales en
nuestros proyectos.



