El capital humano de MISOL no solo está formado por las hermanas responsables de los proyectos, y el personal laico contratado para la gestión. Los voluntarios también son una parte muy importante. Gracias al trabajo voluntario, las comunidades y proyectos se abren a experiencias y conocimientos de personas de edad y formación muy diversas.
Como Mónica y Claudia, en el Hospital de La Paz, y Ginés en el Centro San Francisco de Asís de Padilla, a los que une una misma inquietud: apoyar a aquellos que no han tenido las mismas oportunidades que muchos de nosotros.
El tiempo de vacaciones es tiempo de ocio, pero también puede ser un tiempo para la solidaridad. Tiempo para darse a los demás de forma gratuita, trabajando y dando lo mejor de uno mismo donde se sabe que es necesario.
#mallorcamissionera #voluntariadomisol