Desde MISOL hacemos nuestro el grito unánime que persigue la Jornada Mundial de los Obres: estar junto a los más vulnerables.
Esta jornada ha sido instaurada por el Papa Francisco, quien nos invita a ir al encuentro de las diversas situaciones de sufrimiento y marginación”.
“Este pobre gritó y el Señor lo escuchó” es el lema de este segundo año de Jornada en el que el pontífice nos invita a una reflexión profunda sobre la pobreza y nuestro papel para acompañar a quienes la sufren.
Aquí podéis leer el mensaje completo del Pontífice.