Perú es uno de los países de América Latina a los que más ha golpeado el coronavirus, aunque hay regiones que han logrado no tener tantos daños. Como la de la Diócesis de Cajamarca, a la que pertenece la parroquia de Contumazá.
A pesar de su bajo número de contagios en relación a otras zonas de Perú, las familias de escasos recursos continúan sufriendo los efectos de la extrema pobreza; ahora, estos efectos han sido agravados ahora por la crisis económica provocada por la Covid-19, ya que muchas personas que vivían en Lima han tenido que volver sin nada a sus aldeas y pueblos de origen.
Las hermanas de la comunidad de Trujillo, muy unidas a la parroquia y sus gentes desde siempre, han estado estos días visitando a las familias; les ha llevado no solo ropa, alimentos o productos de primera necesidad, también consuelo y confianza. La confianza que ánima a pensar que estas difíciles circunstancias pasarán y que un
futuro mejor llegará.