Estos días comienza el nuevo curso en Bolivia, y todo está listo en nuestros proyectos para acoger un año más a todos los niños, niñas y jóvenes que apoya MISOL, sobre todo en las áreas de educación y nutrición.
En Vinto, los niños y adolescentes que acuden al comedor y a las clases de apoyo escolar en la Fundación Nueva Luz han regresado con ilusión del tiempo de vacaciones, y en el Centro San Francisco de Asís de El Alto, tanto los pequeños de inicial como los niños y jóvenes con capacidades diferentes vuelven a llenar las aulas cerradas desde noviembre no solo por el fin de curso, también por la complicada situación que vivió Bolivia, sobre todo en esta zona del país. Las jóvenes universitarias de la Residencia “Madre de Misericordia” también han iniciado las clases en la Universidad de Sucre, muy motivadas y conscientes que son sus estudios y su formación el camino a un futuro mejor.
Inicio del nuevo curso, y un año más, todas las hermanas de las comunidades de Bolivia, voluntarios, colaboradores y personal de MISOL siguen trabajando con esfuerzo y dedicación con un objetivo común: lograr un mundo más justo y solidario, donde las oportunidades estén mejor repartidas. Ojalá este año sea de nuevo una oportunidad para seguir construyendo entre todos una cultura de misericordia y solidaridad.