La solidaridad es uno de los valores fundamentales de MISOL. En nuestra organización creemos que la esperanza de la humanidad reside en la practica de la solidaridad para erradicar las desigualdades, la pobreza y mitigar el sufrimiento que vive el mundo.
Ser solidario en el día a día es sencillo. Compartir el tiempo con un voluntariado o con personas que sepas que lo necesitan, cuidar de tu entorno o contribuir económicamente a una causa solidaria (aunque solo sea con un euro) son pequeños acciones solidarias que pueden contribuir no solo a transformar el mundo de forma positiva, también a ti mismo.
Diversos estudios han demostrado que los beneficios de la solidaridad son innumerables. Disminuye el estrés, mejora el estado de ánimo y la autoestima, alivia el miedo y la ansiedad, y contribuye a la integración social. ¡¿A qué esperas?!. Comienza el año con “buen pie” y practica la solidaridad.